Mg. Arquímedes Veneros Salinas.
Existen varias concepciones, sobre los estilos de aprendizaje, que tratan de explicar los procesos que operan en las redes cerebrales de los estudiantes. Así se tiene, entre otros investigadores, a Carrascoa (1991), quien afirma que los estudiantes tienen estilos propios de aprender y de enfrentarse a los conocimientos.
Por otro lado, se tiene a Keefe y Monk (1990), quienes sustentan que los estudiantes manejan estilos de aprendizaje combinando las operaciones internas y externas de su personalidad. Es decir, fusionan las características heredadas y las influencias del medio ambiente. No descartando la significativa influencia del medio sociocultural.
Alonso (1991), afirma que los estudiantes forman su propio estilo de aprendizaje en base a la influencia de diversos factores como:
§ Modalidad sensorial(auditiva)
§ Reflexivilidad e Impulsividad(cautos - rápidos)
§ Preferencia de agrupamiento(individual - grupal)
§ Nivel de atención
§ Capacidad de trabajo
§ Estrategias para abordar las tareas(analítica y sintética)
§ Tipo de refuerzos (estímulos)
§ Elementos físicos y ambientales(sonido, luz y temperatura)
Esto significa que un estilo de aprendizaje es integrado, sistemático y complejo; es decir que obligatoriamente tomará en cuenta varios aspectos como:
§ El principio de la diversidad de los y las estudiantes.
§ La capacidad para aprender de los y las estudiantes.
§ Las diferencias individuales.
§ La motivación.
§ Los intereses.
§ Sus propios modos de aprender.
§ La evaluación inicial, formativa y de salida.
§ La competencia curricular.
§ El contexto educacional.
Sin duda que, por la complejidad del ser humano, debemos tomar en cuenta esta y otras consideraciones biosicopedagógicas, las cuales nos permiten afirmar que debemos precisar la interrelación dialéctica en los estilos de aprendizaje de los y las estudiantes. Un estilo de aprendizaje y un estilo de enseñanza. El estilo de aprendizaje depende de los estilos de enseñanza de los docentes, en consecuencia, es más apropiado hablar de interacción entre ambos estilos. El cómo se aprende y el cómo se enseña son dos aspectos que deben valorarse para formar integralmente a los y las estudiantes.
Los aportes de Carrascoa, Keefe y Monk y Alonso, sin duda que se toman en cuenta en algunas instituciones pero de manera inconsciente y aislada. Falta establecer, a nivel de conjunto, a nivel del sistema educativo y de las instituciones educativas, políticas y estrategias apropiadas para definir los estilos de aprendizaje que nos conlleven a superar los actuales niveles de aprendizaje de nuestros estudiantes y los estilos de enseñanza de los maestros. Así, las propuestas pedagógicas y los proyectos curriculares serán más coherentes, integradores, democráticos, participativos y centrados en las necesidades de las y los estudiantes, los y las docentes y la sociedad.
Ni un día soleado puede desligarnos de los efectos del COVID-19; no hay un día en que nos lleguen noticias al respecto y, casi todas, sobre situaciones críticas de ausencia de salud. ¿No hay salida desde el conocimiento humano o se lo impiden los liderazgos oscuros?
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